Zapatos, bolsos y fundas de cuchillos nacen del cuero y las manos expertas del artesano marroquinero en un curso del Cabildo

20-03-2017

- Zapatos, bolsos y fundas de cuchillos nacen del cuero y las manos expertas del artesano marroquinero en un curso del Cabildo

Un amplio repertorio de zapatos, bolsos, fundas para chuchillos y otros muchos productos nacen del cuero que el artesano marroquinero trabaja con tesón para elaborar múltiples propuestas de artículos de uso personal, una disciplina que aprenden 22 alumnos en un curso del Cabildo de Gran Canaria.



La iniciativa está integrada en el programa formativo que ha convertido La Sala de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) en escuela de oficios tradicionales en los primeros meses del año para divulgar y promocionar la artesanía de Gran Canaria y permitir que la ciudadanía se acerque a aprender un oficio tradicional, informó la consejera de Artesanía del Cabildo de Gran Canaria, Minerva Alonso.

En este caso es el artesano José Manuel Rodríguez, creador de las marcas Tamarco y Fulán de tal, quien toma el encargo de iniciar en el arte de la marroquinería a los 22 interesados, que han copado las plazas disponibles de la experiencia formativa con ganas de aprender a manejar el cuero y convertirlo en útiles personales.

A partir de unos moldes, los aprendices comenzarán a crear plantillas que les servirán de guía para cortar las piezas que luego coserán a mano, siguiendo las técnicas más tradicionales de este arte milenario que tiene gran acogida entre el público en general.

De esta forma, las piezas de cuero de cabra, vaca, oveja y caballo, todos animales de granja, van transformándose hasta crear maletas, bolsos, cinturones, fundas para gafas, estuches para lápices, para cuchillos, para botellas y las clásicas botas que forman parte de algunas variantes de vestimentas tradicionales canarias, además de otros tipos de calzado, de verano e invierno, para todas las edades.

Los productos de marroquinería están entre los más demandados por el público en general, quizá debido a que ya no es tan habitual decorar los hogares porque “las tendencias son más minimalistas”, consideró el artesano que imparte el curso, un autodidacta que comenzó a dedicarse al oficio hace 28 años y que hoy día constituye su actividad laboral principal.



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